No hay que entrar en visiones caleidoscópicas para darse cuenta del apoyo y consideración con que cuenta la ACFC. Es un reconocimiento a una trayectoria. Un solemne y sonoro grito de unidad del fútbol, a través del vehículo de este deporte, sus clubes. Alrededor de 500 personas, que un día entre semana y de invierno, nos hemos reunido para disfrutar de un hermanamiento del fútbol cántabro. Una tarde-noche que hemos disfrutado entre amigos. Hemos visto un partido bonito y original. Nunca antes habíamos sido testigos de una selección de estas características. Este encuentro cimenta el siguiente. Ante el éxito, vaticino una nueva cita. La primera parte contó con oportunidades de ambos conjuntos. Cristian pudo adelantar a la R.S.Gimnástica tras un saque de Iván Cabrero. Llegaron oportunidades perdidas, por parte de Perujo y José Luis, en sucesivas ocasiones, hasta que por fin Cristian, en el minuto 25, controlaba el balón con el pecho y lo introducía en la portería. En el minuto 29, oportunidad magnífica para el Combinado. Un tiro de falta, Machuca realiza una magistral parada. En el 45, Ricky, de cabeza, casi sorprende al portero, tras un centro de Perujo. Gran animación en el descanso, con un público que se lo estaba pasando bien, viendo el partido y compartiendo momentos con amigos. Este partido ha servido para provocar reencuentros. Además, sorteo de una cesta de navidad y de una equipación del Combinado de Tercera. Comienza la segunda parte con un gol de Lavín en el minuto 49, solo en el área chica. En el minuto 58 se produce un penalti provocado por Siro, tras tocar con la mano el balón, en una barrera de falta. Chema, ex gimnástico y actual jugador del A.D.Siete Villas, engaña a Machuca y es el 1-2. La segunda parte es un monólogo gimnástico. En el minuto 66, Bubu remata un balón suelto en el área y es el 1-3 definitivo. Un 10 para la organización, los clubes, los jugadores y el público. La ACFC, en poco tiempo, aparece como imprescindible. Que se repita.
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