Todas las derrotas duelen. Todas dejan la misma sensación de malestar. Pero no todas son iguales. Se puede perder, caer y salir con la cabeza bien alta, con la sensación de haber hecho todo lo posible para sacar el partido adelante. Se lucha, se sufre, se evitan goles cantados, se fallan ocasiones y al final se pierde, de penalti (decisiones que no dependen muchas veces de los jugadores, como hoy) pero a pesar de ello se va uno a casa con la satisfacción de haberlo dado todo. Dolido, sí, pero con la cabeza muy alta. El R.Oviedo se presentó en El Malecón con varios titulares habituales fuera del césped, pero a pesar de todo es un gran equipo, de los mejores que han pasado por Torrelavega junto con la A.D.Alcorcón. Así lo demostró durante el partido, saliendo a por la victoria desde el primer minuto. Es precisamente esto lo que añade mérito a la R.S.Gimnástica, que afrontó el encuentro con muchas bajas, hasta diez jugadores
lesionados, enfermos y suspendidos. Gómez hubo de recurrir en el banquillo con dos jugadores del filial,
encima a pocos días de la derrota ante el C.F.Villanovense, con la duda de algunos aficionados de comprobar si sus jugadores iban o no a acusar el varapalo. Comprobaron que todos sus jugadores están comprometidos con una camisa blanquiazul que tiene 103 años de historia. Él Malecón, por otra parte, lleno de colorido, repleto esta vez de aficionados, con muchos asturianos en las gradas y el jolgorio habitual de las categorías nobles del fútbol. El entrenador local presentó un equipo de circunstancias, con José Luis en el lateral izquierdo, con lo que lo poco más se puede decir. Enfrente, un R.Oviedo, el equipo con mayor presupuesto del grupo,
que desde el pitido inicial dejó bien claras sus intenciones. Nada de especular, sino ir a por el partido desde el principio. El equipo asturiano salió en tromba, y si no llega a ser por la falta de acierto en sus lanzamientos y por las intervenciones de Iván Crespo (varios ojeadores de equipos de superior categoría estaban pendientes de él desde la grada), alguna de ellas, como la que detuvo metiendo la mano abajo tras un lanzamiento a bocajarro, impresionante, se hubiera puesto por delante en el marcador y habría dejado prácticamente sentenciado el partido a la media hora. La R.S.Gimnastica se asentó y tomo el pulso al partido. Muestra de ello fue que el R.Oviedo apenas dispuso de más oportunidades de gol, a excepción de Miguel, que ganó en velocidad a la defensa y a punto estuvo de marcar pero de nuevo, Iván Crespo, le desespero. Tras el descanso el encuentro se igualó bastante, aunque el número de aproximaciones a las áreas se redujo más que en la primera parte, centrándose casi todo el juego en la línea medular. Ambos entrenadores, con sus cambios, trataron de mejorar la calidad ofensiva de sus respectivos equipos, pero Pichi Lucas disponía de un jugador como
Xabi Moré, habitual titular, un estilete en la banda derecha y que a la postre fue el causante del penalti, tras ser derribado aparentemente por José Luis, penalti que señalo el linier tras el griterío del publico ovetense, y que Curro se encargó de transformar. Seguidamente fue de nuevo Xabi More quien pone a Iván Crespo y este le responde sacando un balón de la misma escuadra. Así con un par de ataques de la R.S.Gimnastica finalizo un encuentro que por entrega y lucha el equipo blanquiazul mereció al menos un punto. En resumen, la R.S.Gimnástica no mereció la derrota. Los jugadores de
Gómez se hicieron acreedores al empate, a tenor de lo acontecido sobre el terreno de juego. Un penalti
decidió injustamente el choque. Los blanquiazules, a pesar de las diez bajas con las que afrontaron el encuentro, plantaron cara en todo momento ante un rival que es candidato a subir de categoria. El conjunto de El Malecón se topó una vez más con un colegiado que no midió a ambos conjuntos por el mismo rasero,
sino más bien todo lo contrario. Decretó una pena máxima muy rigurosa a instancias de su asistente y dejó sin señalar otra a Dani Cobo
todavía más clara, así como faltas de libro, favorables a la R.S.Gimnástica, que pasó por alto, culminando una desafortunada actuación y siendo despedido con una gran bronca
por los aficionados locales. No queda otra, recuperarse y a pensar en el partido contra la U.D.Lanzarote, donde se recupera a los sancionados Siro, Jacobo y Mario, pero que se perderá por acumulación de tarjetas a José Collado.
Todas las derrotas duelen. Todas dejan la misma sensación de malestar. Pero no todas son iguales. Se puede perder, caer y salir con la cabeza bien alta, con la sensación de haber hecho todo lo posible para sacar el partido adelante. Se lucha, se sufre, se evitan goles cantados, se fallan ocasiones y al final se pierde, de penalti (decisiones que no dependen muchas veces de los jugadores, como hoy) pero a pesar de ello se va uno a casa con la satisfacción de haberlo dado todo. Dolido, sí, pero con la cabeza muy alta. El R.Oviedo se presentó en El Malecón con varios titulares habituales fuera del césped, pero a pesar de todo es un gran equipo, de los mejores que han pasado por Torrelavega junto con la A.D.Alcorcón. Así lo demostró durante el partido, saliendo a por la victoria desde el primer minuto. Es precisamente esto lo que añade mérito a la R.S.Gimnástica, que afrontó el encuentro con muchas bajas, hasta diez jugadores lesionados, enfermos y suspendidos. Gómez hubo de recurrir en el banquillo con dos jugadores del filial, encima a pocos días de la derrota ante el C.F.Villanovense, con la duda de algunos aficionados de comprobar si sus jugadores iban o no a acusar el varapalo. Comprobaron que todos sus jugadores están comprometidos con una camisa blanquiazul que tiene 103 años de historia. Él Malecón, por otra parte, lleno de colorido, repleto esta vez de aficionados, con muchos asturianos en las gradas y el jolgorio habitual de las categorías nobles del fútbol. El entrenador local presentó un equipo de circunstancias, con José Luis en el lateral izquierdo, con lo que lo poco más se puede decir. Enfrente, un R.Oviedo, el equipo con mayor presupuesto del grupo, que desde el pitido inicial dejó bien claras sus intenciones. Nada de especular, sino ir a por el partido desde el principio. El equipo asturiano salió en tromba, y si no llega a ser por la falta de acierto en sus lanzamientos y por las intervenciones de Iván Crespo (varios ojeadores de equipos de superior categoría estaban pendientes de él desde la grada), alguna de ellas, como la que detuvo metiendo la mano abajo tras un lanzamiento a bocajarro, impresionante, se hubiera puesto por delante en el marcador y habría dejado prácticamente sentenciado el partido a la media hora. La R.S.Gimnastica se asentó y tomo el pulso al partido. Muestra de ello fue que el R.Oviedo apenas dispuso de más oportunidades de gol, a excepción de Miguel, que ganó en velocidad a la defensa y a punto estuvo de marcar pero de nuevo, Iván Crespo, le desespero. Tras el descanso el encuentro se igualó bastante, aunque el número de aproximaciones a las áreas se redujo más que en la primera parte, centrándose casi todo el juego en la línea medular. Ambos entrenadores, con sus cambios, trataron de mejorar la calidad ofensiva de sus respectivos equipos, pero Pichi Lucas disponía de un jugador como Xabi Moré, habitual titular, un estilete en la banda derecha y que a la postre fue el causante del penalti, tras ser derribado aparentemente por José Luis, penalti que señalo el linier tras el griterío del publico ovetense, y que Curro se encargó de transformar. Seguidamente fue de nuevo Xabi More quien pone a Iván Crespo y este le responde sacando un balón de la misma escuadra. Así con un par de ataques de la R.S.Gimnastica finalizo un encuentro que por entrega y lucha el equipo blanquiazul mereció al menos un punto. En resumen, la R.S.Gimnástica no mereció la derrota. Los jugadores de Gómez se hicieron acreedores al empate, a tenor de lo acontecido sobre el terreno de juego. Un penalti decidió injustamente el choque. Los blanquiazules, a pesar de las diez bajas con las que afrontaron el encuentro, plantaron cara en todo momento ante un rival que es candidato a subir de categoria. El conjunto de El Malecón se topó una vez más con un colegiado que no midió a ambos conjuntos por el mismo rasero, sino más bien todo lo contrario. Decretó una pena máxima muy rigurosa a instancias de su asistente y dejó sin señalar otra a Dani Cobo todavía más clara, así como faltas de libro, favorables a la R.S.Gimnástica, que pasó por alto, culminando una desafortunada actuación y siendo despedido con una gran bronca por los aficionados locales. No queda otra, recuperarse y a pensar en el partido contra la U.D.Lanzarote, donde se recupera a los sancionados Siro, Jacobo y Mario, pero que se perderá por acumulación de tarjetas a José Collado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario