Empate sin goles en el duelo cántabro de Segunda División "B"

El duelo cántabro de Segunda Division “B”, entre R.Racing “B” y R.S.Gimnástica, acabó con empate a cero. El ajustado 0-0 final debió contar con algún gol. La primera mitad se centró en el trabajo sin relax en la zona ancha. En los primeros 45 minutos cabe destacar una oportunidad de gol por cada equipo: la más clara, la del visitante Bubu, que estrelló el balón en el cuerpo de Marc Martínez cuando encaraba la portería. Por parte racinguista, un disparo de falta de Raúl Martín al que respondió con gran parada Iván Crespo.La segunda se abrió y cada uno contó con sus opciones. La peor parte se la llevaron los torrelaveguenses al anularles un gol, obtenido según el colegiado en falta, y se pasaron más de un cuarto de hora con uno menos, por expulsión del central Mario. La segunda parte sí que se animó, en cuanto a espectáculo. Hubo de casi todo. Juego abierto, ataques duraderos y alternativos por cada bando, ocasiones, emoción, expulsión y gol anulado. Todo comenzó con una entrada de José Luis y disparo ligeramente alto. Continuó con una doble oportunidad de Reyes y Guitían, tras hábil colada de Juan García. Las únicas incidencias reseñables tuvieron como protagonista al árbitro Moro Sánchez: en el minuto 70 anuló un gol a Cusi por una supuesta falta en ataque tras una perfecta jugada ensayada de la R.S.Gimnástica y tres minutos más tarde expulsó al visitante Mario por un pisotón a Uri.Con superioridad, el R.Racing “B” salió al ataque un poco más y buscando un gol que le diese la victoria, pero la R.S.Gimnastica demostró porque es el equipo menos goleado del grupo, defendiéndose correctamente, sin fisuras y dando una lección de pundonor y complicidad con la camiseta que lucen los jugadores en el campo, aunque no descartó las contras con un peligroso Perujo en la punta que le pudieron dar los tres puntos en alguna de ellas. En definitiva, partido con tensión, rivalidad sana, con buen trato del balón, ocasiones por ambos lados y un fenomenal ambiente en la grada donde se hizo notar los aficionados de la R.S.Gimnastica desplazados al Sardinero con sus canticos y animando a su equipo sin desfallecer, el colorido de sus banderas y bufandas llevándose para Torrelavega la sensación, al igual que su equipo, que podían haber ganado si no es por el gol anulado.