jueves, septiembre 24

Primera victoria, primeros goles, 2-0 al C.P.Cacereño

Se terminó la angustia. Fuera obsesiones. La R.S.Gimnástica, con sus dos goles al C.P.Cacereño, alejó sus fantasmas. Que si se fallan demasiadas ocasiones de gol. Que si no llegan los tantos. Que si a este paso el equipo va a llegar a diciembre descolgado en la tabla. Todos los miedos, todas las dudas, las borró el equipo blanquiazul de un plumazo. Cierto es que el conjunto de Torrelavega no desplegó un fútbol brillante, pero lo importante es que el balón por fin entró y llegó la primera victoria. El encuentro no lució demasiado, pero no resultó aburrido dada la verticalidad de los locales y la rapidez en la circulación del balón, todo ello acompañado de numerosas imprecisiones e interrupciones en el juego. Cambió José Gómez el aspecto ofensivo de su equipo dando entrada a Javi, José Luis y Cris en el once inicial, que aportaron frescura al juego, y se optó por jugar el balón en largo para aprovechar la velocidad de los hombres de ataque. En más de cuatro ocasiones fue Mario quien envió balones largos en profundidad, tratando de sorprender a la defensa rival.
El primer tanto de los locales no se hizo esperar demasiado. Una falta al borde del área sirvió para que Dani Cobo, con un sensacional golpe franco, batiese al portero Vargas e hiciese estallar de alegría a una afición que ya casi no recordaba la sensación de celebrar un gol. Sirvió también el tanto para dar algo de serenidad al juego local y acabar con la ansiedad acumulada en las anteriores jornadas. El C.P.Cacereño lo intentó, sí. Incluso llevó la iniciativa en algunos momentos, pero su esfuerzo fue estéril y apenas puso en aprietos a Iván Crespo. Fue la R.S.Gimnástica, de hecho, quien volvió a marcar, en una de sus jugadas de contragolpe. En esta ocasión fue por la banda izquierda de donde salió un medido centro al área que aprovechó Javi para obtener, a diez minutos del descanso, el segundo gol local. Tras el tiempo de descanso el C.P.Cacereño salió con mucho más ímpetu y acorraló a los jugadores gimnásticos en su campo, pero éstos respondieron con veloces jugadas al contragolpe, pero no llegaron a convertirse en gol a consecuencia del desacierto rematador. De lo contrario el resultado podría haber sido más amplio. Tanto Lavín como Perujo y casi al final Dani Cobo fallaron ocasiones de gol. El resultado final del encuentro fue justo y merecido, y sirve al equipo de Torrelavega para ganar algo de tranquilidad, aliviándose de toda la tensión acumulada en las primeras jornadas. Parecía que el gol no iba a llegar, pero no era cuestión de obsesionarse. Se creaban ocasiones. Sólo era cuestión de tiempo, y también de un poco de fortuna.


Dani Cobo metio el primer gol de falta directa

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