sábado, diciembre 22

Empate sin goles en el R.S.Gimnástica-S.D.Eibar



R.S.GIMNÁSTICA: Sergio, Borja Camus, Mario, Nacho Neira, Zalo, Siro, Gabri, Chema (Platero), Javi (Dani Cobo, 69), Nando (Víctor, 71) y Carlos Álvarez.

S.D.EIBAR: Iruretagoyena, Bóveda, Añibarro, Arregui, Mainz, Errasti, Arruabarrena (Abaroa, 60), Arroyo (Del Olmo, 73), Dani García, Yuri y Roldán (Aketxe, 86).

Dirigió el encuentro el colegiado riojano Ignacio Hermosilla Alaña, quien mostró tarjetas amarillas a Borja Camus, Zalo, Gabri, Chema, Javi y a Raúl Val 2º entrenador por parte local y a Bóveda, Dani García y Yuri, por parte visitante.

La R.S.Gimnástica había perdido el camino y lo ha vuelto a encontrar. Con el empate ante el segundo clasificado, la S.D.Eibar, y tras las dos victorias precedentes, el equipo de Torrelavega recupera buena parte del crédito perdido en el titubeante inicio de temporada. Un cúmulo de factores, entre ellos la ausencia de gol, los despistes en momentos puntuales y decisivos, la falta de reacción y la mala fortuna, había hecho saltar las alarmas entre la afición blanquiazul, que asistía a una lenta pero inexorable caída en la clasificación. Ahora esos momentos negativos ya son cosa del pasado e historia.
Desde hace varias semanas el equipo parece otro. El empuje, la garra, la lucha, siguen siendo los mismos – en ningún caso la apatía fue culpable de nada-, pero a día de hoy la R.S.Gimnástica parece un equipo nuevo. Ha aprendido a sufrir, a aguantar en los malos momentos, y sabe obtener lo mejor de sí cuando las circunstancias lo requieren. Se puede decir que el infortunio ha sido maestro de sabiduría.
El encuentro ante la S.D. Eibar ha sido una muestra más de este lento despertar. Alentados en todo momento por una afición que se ha volcado con ellos incondicionalmente, los jugadores blanquiazules devuelven esa confianza con entrega y tenacidad. Pero no sólo de lucha vivió ayer la R.S.Gimnástica; los de Gómez se puede decir que practicaron buen fútbol durante varias fases del partido y le disputaron el partido a un equipo sobre el papel de una calidad superior. Buena parte de responsabilidad en todo esto recayó en el compromiso de los jugadores, algunos de ellos no habituales en el once en las últimas fechas por sanción de sus compañeros, y en la buena actuación personal de algunos de ellos, como es el caso de Sergio, Mario, que disputó un encuentro soberbio, pleno de confianza y de seguridad, y sobre todo de Gabri, que leyó muy bien el encuentro, apenas falló un pase y , en ausencia de Cusi, se erigió en el distribuidor del fútbol blanquiazul.
Y eso que el partido no empezó de cara para los locales, que tuvieron que aguzar sus sentidos para contener la salida en tromba de los futbolistas de la S.D.Eibar, decididos a marcar rápido. Una vez sofocado el ímpetu de los guipuzcoanos, paulatinamente la R.S.Gimnástica fue asentándose con algo más de comodidad sobre el césped. Aún así, los primeros quince minutos de partido resultaron estériles en ocasiones de gol. El primer acercamiento a puerta, y no demasiado peligroso, recayó en las botas de Carlos Álvarez, que se incorporó por la derecha pero cuya acción no creó problemas al portero del equipo vasco.
La segunda parte comenzó como había terminado la primera, con la R.S.Gimnástica dominando a su oponente, pero algo más “débil” de cara a portería. Eso hizo que la S.D.Eibar recuperase un poco el futbol y tuviese el control durante un largo cuarto de hora en el que Sergio resulto fundamental. El portero detuvo un remate de Mainz dentro del área y minutos más tarde volvió a repetir, con una parada que le dio en la cara. La entrada del campo de los jugadores de banquillo le dio al equipo de José Gómez algo de frescura, y tanto Dani Cobo, como Platero y Víctor aportaron energía e ímpetu al juego ofensivo. Las mejores ocasiones en la recta final del partido fueron para los torrelaveguenses. Primero un remate de Carlos Álvarez tras una jugada colectiva y por último un remate de cabeza de Mario, que tampoco llegó a sorprender al portero vasco. Los últimos minutos, cuando el encuentro daba sus últimas bocanadas de aire, resultaron, eso sí, de lo más intensas, con un equipo blanquiazul volcado sobre el área visitante decidido a marcar en el último momento el gol de la victoria, que finalmente no llegó. Fin de año futbolístico con una R.s.Gimnástica colocada en 12º posición en la tabla.


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